Unos espectadores van a ver la película Drácula, de Francis Ford Coppola, en una antigua abadía segoviana. Sí, antes de empezar la sesión los actores han salido de la pantalla para meter al público de lleno en la historia. Son sólo los primeros sustos de una experiencia de cine inmersivo. El ambiente ya te prepara para ver la película de un modo mucho más real.

Drácula y sus vampiras secuaces invaden el patio de butacas durante la proyección. Si los rayos o el viento aparecen en la película también lo hacen en esta abadía.

Los objetivos del cine inmersivo son vivir una experiencia en grupo y sentir la historia como si estuvieras en ella. El miedo o el terror suele ser los temas elegidos en estas proyecciones especiales. Aunque también están los clásicos de aventuras.

Ver en directo las peleas de Luke y Darth Vader o que una nave aterrice en la sala son algunas de las sorpresas de la versión inmersiva de 'La guerra de las galaxias'. Si vamos a la sesión 'Blade Runner' antes podemos asistir a la persecución, en vivo, de un replicante. Y si la experiencia inmersiva es con 'Regreso al futuro', en Londres nos recrean todo Hill Valley, el pueblo que sale en la película.

Durante una experiencia de cine inmersivo todo los que vemos en la pantalla puede cobrar vida. Desde el Delorean de Marty Mcfly, con persecución incluida, hasta el trepidante final de un clásico de los 80.