Redoble, primeros acordes... y Loquillo, mucho Loquillo. Bajo el techo del Wizink Center estalló la fiebre, pero del rock. No sabemos si fue para hacer amigos, pero sí para poner al público en pie-

Porque, resulta imposible no bailar sus canciones, desde grandes éxitos como 'El Rey del Glam' hasta 'El último clásico'. En el calor de la noche, ha conseguido calentar una cita que más bien parecía un ensayo.

Para no retroceder y no dar ni un paso atrás, se han extremado las medidas de seguridad. El público ha vuelto, pero bajo un aforo de 1.700 personas frente a las 17.000 que suelen llenar el recinto, dejando una imagen más propia de la apertura de puertas, que de los minutos previos.

Alfombras para desinfectar los pies, gel hidroalcohólico cada pocos metros y sistemas que renovaban el aire, además de la ya inseparables mascarillas. Eso si, hasta las butacas donde se podía gritar a pleno pulmón no sabemos si los gatos aullaron sus canciones, pero sí lo hizo el público.

Cuatro largos meses después y ajenos a las modas que vienen y van, Loquillo y los suyos han cantado sus verdades en un evento de carácter solidario a favor del Banco de Alimentos. Así que que no falte la salud y el Rock and Roll en esta nueva normalidad.