Una conocida librería del centro de Asunción decidió, en el marco del Día del Libro Paraguayo, vaciar sus estanterías para llamar la atención sobre el escaso hábito de lectura que existe en el país.

El escaparate, desde el que cualquier día se pueden observar cientos de títulos en las repisas, apenas ofrecía un obra en cada balda y, una vez dentro del local, se podía comprobar que todos estaban guardados en cajas.

Las estanterías vacías, en las que se habían salvado autores aleatorios, contrastaban con los numerosos carteles en los que se alertaba de las escasas cifras de lectura en el país.

Esas pancartas señalaban que en Paraguay se lee, de media, 0,25 libros por persona al año o que siete de cada diez alumnos no comprenden lo que leen.

Patricia Campos, cajera de la librería, aseguró que el bajo nivel de lectura no se debe a una cuestión económica, ya que se pueden encontrar obras desde 25.000 guaraníes, unos 4 dólares, sino a que "algunos que no toman el hábito de leer porque les aburre".