La multitud se alzó justo cuando la canción hablaba de vivir para siempre. En el centro, aclamado, un Liam Gallagher que, emocionado, entona una letra que habla del poder de la poesía y el inconformismo… y que en Mánchester tiene ahora más sentido que nunca.

Un concierto dedicado a los 22 que fueron asesinados y que se cerró con un solo a capela en el que Gallagher desnudó su devoción por esta ciudad.

Otra de las canciones de Oasis había servido, días antes, como un homenaje propio de los ciudadanos de Manchester. Un canto improvisado que la gente entonó avisando de que no estaban dispuestos a vivir con odio.

Así Mánchester supera su dolor, sin detenerse, sin regodearse en la ira, y por eso, Ariana Grande prepara el domingo un gran espectáculo con artistas como Justin Bieber, Miley Cyrus o Coldplay a su lado. Los fondo irán para las víctimas y quienes estaban aquella noche en el Manchester Arena podrán entrar gratis. Una invitación para echar a andar todos juntos aquel reloj interrumpido.