Antes de ser la elegida, Laika tuvo que someterse a algunas pruebas. Tenía que resistir al viaje dentro de una pequeña cabina y combatir los efectos de la ingravidez. Pero se sabía que era un vuelo sin retorno, las condiciones de la cápsula solo permitían mantenerla con vida durante siete días.

Durante el despegue, el pulso del animal se triplicó y una vez en órbita la URSS anunció que se comportaba bien. Días más tarde comunicaron que el animal había muerto sin dolor aunque la realidad fue diferente. En 2002 se supo que Laika, la 'Perra del Espacio' había muerto pocas horas después del lanzamiento a causa del estrés y del calentamiento de la capsula.