Allí había más que polvo y dunas: el fosfato y los puertos pesqueros despertaron el hambre de Marruecos. Hassan II, con el apoyo de Estados Unidos y Mauritania, reclamó el territorio alegando lazos históricos, una petición que presentó al Tribunal de La Haya. En paralelo, se creó el Frente Polisario con el objetivo de obtener la independencia de España mediante la lucha armada.

La ONU, desde 1965 presionó a España para que desocupara el territorio. Pero el gobierno de Franco se aferró a él, llegando a permitir cosas que eran inimaginables en la España de la época. Convocó un referéndum de autodeterminación, permitió que se crease el PUNS, un partido político y no hubo represiones ante las manifestaciones del Frente Polisario.

En 1975, el gobierno de Marruecos comenzó la marcha verde, con el fin de ocupar el Sáhara. Gassió, como el resto de soldados que se encontraba en El Aaiún, mantuvieron sus costumbres más españolas, como echarse la siesta. El día que se publicó en el BOE la descolonización del Sáhara la noticia pasó desapercibida.

Fue el 20 de noviembre de 1975. Desde entonces siempre ha habido otras noticias que se han considerado más importantes que el campo de refugiados en el que se ha convertido el Sáhara.