Cuando un fotógrafo es capaz de estar un día entero, 24 horas, en un mismo lugar, puede lograr un efecto sorprendente. Capturar en una sola imagen desde el amanecer, pasando por el mediodía y hasta el anochecer. Así podemos ver el muro de las lamentaciones con todas las luces posibles que la naturaleza ofrece. En el Cañón del Colorado Stephen Wilkes también ha lucido su técnica fotográfica.

El secreto es "colocar una cámara en un trípode y sin mover nada tirar a lo largo de todo el día cientos de fotos", explica Jorge Salgado, experto en retoque fotográfico escuela EFTI. Reunir a todos los animales del Serengueti en una misma charca es lo que logra Wilkes con mucha paciencia y la ayuda del ordenador. "Realmente han estado allí a lo largo del día, pero no en el mismo momento", detalla Salgado.

Todo un día resumido en una sola fotografía es la especialidad de este fotógrafo norteamericano. Un fotógrafo español nos ofrece también el paso del tiempo, pero durante seis meses, las rayas del cielo son las huellas del Sol. "Quizá no se han dado cuenta de que el Sol no sale siempre por el mismo sitio", destaca Diego López Calvín, fotógrafo y creador de la Solarigrafía.

Necesitamos sólo una lata oscura y papel fotográfico, no hay lente ni mecanismo. Durante seis meses la cámara de Diego grabará en papel el paso del Sol. El resultado nos deja ver el solsticio de invierno, cuando el sol está más bajo, y el de verano, con el sol en lo más alto. Seis meses de espera y un solo un click dan como resultado unas mágicas radiografías del paso del Sol.