A la Algameca Chica se puede llegar por mar y por tierra. 110 barracas asentadas, prácticamente, sobre el mediterráneo. Un rincón singular que comparan con Sanghai y que atrae a turistas que vienen desde todos lados.

"En un barco turístico enseña, a todos los que vienen a la ciudad de Cartagena, las Algameca Chica, todos los días", señala José Manuel de Haro Martínez, Presidente de la Asociación de vecinos de La Algameca Chica.

Ana María Ortega lleva más de 72 años viviendo en este lugar junto a su familia de pescadores, y se resiste a abandonarlo: "Que no vengan a quitarnos nuestra Algameca que no se lo permitimos a nadie, es nuestra".

Un lugar que consideran muy suyo pero saben que es ilegal. El presidente de los vecinos es consciente de que los terrenos son de la armada, de que vulneran la ley de costas y de que están en una rambla. "Esto lleva más de 200 años, está antes que las leyes", ha señalado José Manuel de Haro Martínez.

Un salto en el tiempo también en cuanto a medios. Utilizan sus propios generadores de luz y depósitos de agua, con los que también alucinan los turistas. "Realmente es un sitio idílico, porque es un poco vivir en anarquía", ha señalado un turista.

Para que no sea tan anárquico, el Ayuntamiento de Cartagena ha sentado a todas las partes con la intención de declararlo Bien de Interés Cultural, aunque no sabe si cumple con los requisitos. "Quizá se podría hacer un lugar de cierto tipismo sin necesidad que fuese un VIC", ha señalado Mari Carmen Berrocal Caparrós, Coordinadora de Patrimonio del Ayuntamiento de Cartagena.

Los vecinos esperan esa protección para, de una vez, por todas vivir tranquilos. En un lugar en el que, según Ana María, "si te vienes no te querrás ir".