En la época de los supremacistas blancos del Ku Klux Klan, donde los afroamericanos eran ahorcados, Ron Stallworth empezó la transformación desde dentro. Spike Lee ha llevado al cine su historia y la acaba de estrenar en EEUU.

A Stallworth se le ocurrió infiltrase en el Ku Klux Klan y contacto por teléfono con su líder David Duke pero no le podían ver porque era negro así que otro policía blanco pero judío entro en la organización siguiendo sus instrucciones. Gracias a su labor pudieron evitar varios atentados.

El film pretende hacer un recorrido por la historia racista del país desde los 70 hasta la actualidad: "Es una búsqueda de lo que es correcto. Y no ocurre solo en EEUU, ocurre en todo el mundo" explica el director Lee.

Cree que el discurso de entonces está presente en la sociedad actual: "Quiero que el hombre de la Casa Blanca la vea también. Pero no diré su nombre. Yo le llamo agente naranja". Para remover conciencias como la de Trump, Lee manda un claro mensaje de tolerancia a la sociedad.