Se acaba de destapar la mayor estafa de la historia de Spotify. Un usuario se ha envolsado 234.000 euros al mes aprovechándose del funcionamiento de Spotify y su política con los derechos de autor. Pero ¿cómo lo ha hecho? El primer paso es grabar 467 canciones. No es necesario que sean buenas, simplemente tienen que durar mínimo 30 segundos. ¿Por qué esta duración? Muy sencillo, ese es el tiempo que establece Spotify para que cuente como reproducción.

Lo siguiente es meter estas canciones en una playlist. En este caso, se llamaba Soulful Music, un título poco llamativo que encajaba con el resto de listas de reproducción que podemos encontrar. Para ocultar la estafa, puso canciones más largas al principio de la lista.

Ahora solo faltan usuarios que escuchen tus canciones, pero, ¿quién quiere escuchar temas que solo duran 30 segundos y que son de un artista desconocido? La solución es gastarse 12.000 euros en la creación de 1.200 perfiles premium falsos que estén escuchando las 24 horas del día tus canciones. Una minucia comparado con los 234.000 euros obtenidos por las 72 millones de reproducciones mensuales.

El negocio parece redondo. Spotify paga por reproducción y el estafador solo tienen que disfrutar del dinero recibido. Parece la estafa perfecta, pero Music Business Worldwide llevó a cabo una investigación que la destapó. Se ha eliminado la Playlist, que se había convertido en la número veintinco de las más escuchadas a nivel mundial. La ilegalidad de los hechos aún no ha quedado del todo establecida, lo que sí ha quedado claro es la pericia mental del estafador.