Jeff Koons está de enhorabuena. Su obra 'Rabbit' se ha vendido por 81 millones de dólares, y él se ha vuelto ha sentar en el trono del artista vivo más cotizado.

Nada mal para el que fue corredor de bolsa en Wall Street. Su receta no es ningún secreto: "todo comienza por crear una iconografía personal", declaraba el artista; pero solo de manera conceptual: a la hora de realizar la obra, mejor tener un equipo de artistas que se encarguen del trabajo sucio.

¿Les suena la estrategia? Andy Warhol en 'The Factory' hacía lo mismo; y es que Koons ha llevado la filosofía warholiana al extremo. El primer ingrediente es la televisión, porque es el principal vehículo de la cultura popular ,al igual que la música. Luego, a la hora de elegir un estilo, adoptar elementos festivos del día a día, como por ejemplo los globos.

En caso de que la inspiración escasee, podría incluso buscar obras más desconocidas para hacer las suyas: igual cae alguna denuncia, como la multa de 24.000 euros que él mismo tuvo que pagar por plagio al representar una fotografía de un artista francés, pero no es más que calderilla cuando se nada en oro.