¿Qué tiene una canción para atraparnos? ¿Qué fin persigue? "La felicidad colectiva, el miedo colectivo. Esos son nuestros materiales de trabajo. La búsqueda de la poesía, del ritmo, de la chispa", apunta el artista Kiko Veneno.

La letra, la musicalidad... viven en el artista. Por ejemplo: Paul McCartney soñó la melodía de 'Yesterday'. Cuando se despertó no paró de tocarla para que no se le olvidase y le preguntó a sus amigos si la conocían. La inspiración le llegó durmiendo.

"Acabas confesando partes muy íntimas de tus vivencias o de tus emociones, de tus estados de ánimo", apunta la artista Christina Rosenvinge.

Pero la inspiración es una vía de doble sentido. "Cuando te pones a coger de tu interior te das cuenta de que todo lo que tienes te ha venido del exterior", asegura Víctor Cabezuelo, vocalista de 'Rufus T. Firefly'.

Todo influye para hallar la inspiración. Aunque algunos se dejan llevar por ella. Son los que abrazan la psicodelia. "Tiene mucho que ver con la libertad y con la experimentación. Creo que la psicodelia se puede dar tanto en el rock, como en el jazz, como en cualquier género musical", añade el miembro de 'Rufus T. Firefly'.

La psicodelia es una forma menos ortodoxa de componer que experimenta con los sonidos sin cerrarse a un patrón o un estilo concretos. Porque al final lo que importa es que la música emocione. Se llegue como se llegue a ella.