Sin blanqueamiento, el título del documental está inspirado en las palabras del propio etarra, a quien no le gusta que le llamen Ternera. Durante la entrevista intenta justificar lo injustificable, sin apenas empatía.

El periodista Jordi Évole es consciente de la polémica que ha generado su entrevista al terrorista Josu Ternera, pero para él no existe ningún dilema. "No queremos que por el qué dirán dejemos de hacer aquello que creemos que es lo que tenemos que hacer. Y a nosotros hacer esta entrevista nos parece que es un deber periodístico", indica Évole, codirector del documental.

Su intención y la de su equipo fue clara desde el principio: "Este país tiene que aprender a mirar a su pasado con valentía y sin miedo. ¿Que duele? Claro que duele", afirma. En ese dolor, Évole reconoce que esperaba encontrar un tono más conciliador por parte de quien fue uno de los líderes de ETA. "Nos decepcionó en el sentido de que hubiéramos querido un lenguaje más conciliador (...) Hablaba para la militancia (...) Imagino que no quería hacer una enmienda a la totalidad", manifiesta el periodista.

En los más de 100 minutos de entrevista, Josu Ternera responde a muchas preguntas, como ésta: "Pasaron las 48 horas y ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco. ¿Se planteó usted dejar ETA?". "¿Por qué?", responde Ternera.

Tan resaltables como sus respuestas son los silencios que deja Ternera en este documental de Netflix, donde reconoce que participó en algún atentado con víctimas mortales. "¿Qué diferencia ve usted entre matar por un dios o por la patria?", le pregunta Évole, quien lejos de blanquear a un personaje, piensa que el documental debería servir para entender. "Tenemos que decidir si queremos estar con esa parte de las sociedad que cantaba 'que te vote Txapote' sin saber quién es Txapote, o conocer quién era Txapote, el asesino de Miguel Ángel Blanco".