Un grave accidente con una máquina quitanieves hizo que temiéramos por la vida de Jeremy Rennerel día de Año Nuevo. Afortunadamente, el actor que interpreta al mítico superhéroe de Marvel Ojo de Halcón se está recuperando favorablemente y en dos semanas pudo abandonar el hospital. Ahora, más de 4 meses más tarde de aquella fatídica experiencia, Renner ha afirmado que fue él quien tuvo la culpa y se ha disculpado con su familia por habérselo hecho pasar tan mal.
Las declaraciones tuvieron lugar en la primera entrevista que ha concedido tras el suceso, transmitida el jueves en la cadena ABC de Walt Disney Co. El actor, que acudió a la cita en una silla de ruedas, relató cómo sucedió todo. Él se encontraba conduciendo la quitanieves después de usarla para sacar uno de los camiones de la familia de la nieve y llevarlo al asfalto. Fue en ese momento cuando la máquina empezó a patinar sobre el hielo, mientras que su sobrino, Alex, estaba terminando de desenganchar las cadenas que conectaban ambos vehículos.
Ante la preocupación por su sobrino, Renner sacó un pie fuera para asomarse y ver a Alex, olvidándose de echar el freno de mano, y perdió el equilibrio, cayéndose de la cabina. Para evitar que la quitanieves aplastara a Alex, trató de volver a entrar en el vehículo con un salto, con tan mala fortuna que pisó las ruedas (de oruga) y cayó hacia delante. El vehículo lo atropelló, rompiéndole más de 30 huesos, colapsando un pulmón y perforándole el hígado. Los vecinos que atendían al actor de 52 años aseguraron que lo encontraron con sangre a su alrededor, respiración superficial y una grieta en el cráneo.
"Cometí un error y pagué por ello", confiesa ante la periodista de ABC News, Diane Sawyer. Cuando se despertó en el hospital, cuenta, pidió perdón a su familia haciendo señas. "Ha sido mi culpa", dijo Renner. "Lamento que mis acciones les hayan causado tanto dolor".
Los médicos usaron varillas y tornillos de titanio para reparar las costillas rotas y también le colocaron metal en las piernas y en la cara para reconstruir la cuenca del ojo. Todavía se somete a horas de terapia diaria por sus lesiones, aunque, con esfuerzo, yapuede caminar con la ayuda de un andador.
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