En Italia ya no habrá más campanas censoras. La escena del cura de Cinema Paradiso que se escandaliza al ver un beso queda en eso, una historia del pasado, en una memoria de la película o del cine en Italia.

Durante más de 100 años, la censura en el cine se ha permitido la prohibición de obras cinematográficas en casos de que no pasasen determinados filtros. Más de 700 películas han sido prohibidas o modificadas allí desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, con la ley derogado, solo se vigilará la clasificación por edades.

Desde que nació el cine, la censura ha estado ahí. No todo el mundo iba al teatro, no todo el mundo leía un libro... pero sí todo el mundo iba al cine. Y esa masificación era lo que preocupaba a los censores.

Cuando Gilda se estrenó en España en 1947, la Iglesia amenazó a todo aquel que la viera con la excomunión. A la puerta de los cines vendían fotos de mujeres desnudas que habían puesto la cara de Rita encima y aseguraban que el striptease seguía pero que la censura franquista lo había cortado.

Fumadora, sensual y libre. Nunca hubo una mujer como Gilda que escandalizase tanto a la iglesia católica en España. No fue la única. A actores como Errol Flynn o Joan Crawford su apoyo a la República les pasó factura.

La censura alteró también doblajes como el de Casablanca o el de Mogambo, como puede comprobarse en el vídeo. Famosas fueron también las escapadas de los españoles a Francia para ver lo que aquí estaba prohibido, como 'El último tango en París'.

España enterró la censura en 1977, 44 años antes que Italia. Buñuel, Bardem o Berlanga dejaron de estar en el punto de mira como lo estuvieron Pasolini o Bertolucci en Italia. Esa Italia que deja, cien años después, de agitar, por fin, la campanilla censora.