La de los bienes de Sijena es una guerra que dura ya 20 años y el arma definitiva parece ser el 155. Por ese artículo, el conseller de Cultura de la Generalitat es ahora Iñigo Méndez de Vigo.

Sin embargo, para Ángel Ros, alcalde de Lleida, "es un artículo que lo que no tiene sentido es que sea utilizado para un litigio de arte. Por eso yo al ministro le pedía prudencia". Méndez de Vigo responde: "Yo soy una persona absolutamente prudente, pero hay que cumplir las sentencias judiciales".

Se trata de 97 obras de arte que la Generalitat compró a finales del siglo pasado a monjas del monasterio de Sijena cuando ya eran patrimonio nacional. Un juzgado de Huesca ordenó hace dos años la devolución de las obras a Sijena, pero la Generalitat solo devolvió 44, argumentando que el resto eran patrimonio catalán.

Ildefonso Salillas, alcalde de Sijena, cree que "fue una argucia ponerle la figura de patrimonio catalán y que a sabiendas de que eran monumento nacional le cuelgan esa figura de patrimonio catalán".

Desde Sijena piden ligereza porque el tiempo juega a favor de Lleida, ya que con las elecciones del 21D se acaba el 155. Y desde Lleida creen que es una decisión política que "supone una muestra más del 'a por ellos' que llevamos viviendo desde hacer tres meses".

Además, patrimonio de Cataluña añade otro argumento: un traslado sería peligroso para las obras.