Amaia Romero ha protagonizado una de las anécdotas de la gala de los Goya 2019. Junto a Rozalén y Judit Neddermann, la cantante interpretó la canciones nominadas a Mejor Canción. Un problema en el sonido hizo que la pamplonica pidiera que empezara de nuevo la actuación. Momento que las redes sociales no tardaron en comentar, destacando su naturalidad.

Antes, la ganadora de Operación Triunfo llegó pisando fuerte la alfombra roja. Con un vestido de de Paco Rabanne, la joven posó sonriente ante los medios. El estilismo, de tirantes, dejaba ver sus axilas sin depilar, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.