El imperio de Armani

La herencia de más de 10.000 millones de euros de Giorgio Armani: de un equipo de baloncesto a restaurantes de lujo

Los detalles Convertido su apellido en sinónimo de lujo y elegancia, Armani extendió su marca más allá de la ropa y creó un imperio compuesto por hoteles, restaurantes, mobiliario de diseño y perfumes.

Giorgio Armani
Escucha esta noticia
0:00/0:00

Giorgio Armani no solo revolucionó la moda. El otro Armani, el empresario, creó un imperio compuesto por hoteles, restaurantes, mobiliario de diseño y perfumes. Tenía el control absoluto de todo. Su muerte ha dejado un vacío de poder enorme y una inmensa fortuna que no se sabe muy bien cómo se gestionará, ya que no tuvo hijos ni herederos claros.

Convertido su apellido en sinónimo de lujo y elegancia, Armani extendió su marca más allá de la ropa. En Milán, dónde si no, abrió uno de sus hoteles, en el que este fin de semana podemos pasar una noche por 2.400 euros en la habitación más barata. En el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa de Dubái, podríamos dormir en el Hotel Armani por menos de 400 euros.

Son solo dos de los negocios del grupo Armani, que incluyen moda de hogar, un equipo de baloncesto y un restaurante en la 5ª Avenida de Nueva York en el que el menú de cuatro platos sale a poco más de 150 euros.

Entre unas empresas y otras, el grupo ingresó el año pasado 2.300 millones de euros. Se calcula que la compañía vale entre 6.000 y 7.000 millones de euros cuya gestión caerá, en parte, en manos de su fundación, de la cual está al mando Leo Dell'Orco. Un hombre, al que Giorgio Armani conoció hace medio siglo y declaró en sus memorias haber confesado sus secretos más íntimos.

El resto de sus familiares, es decir, sus sobrinos y su hermana, también forman parte del consejo de administración de la fundación. Pero la realidad es que esta fundación solo tiene el 1% del Grupo Armani, el otro 99% pertenecía al propio Giorgio Armani, cuya fortuna personal asciende a 11.500 millones de euros.

Cómo se distribuirá ese 99% de la empresa y la fortuna personal es un secreto que, según el propio Giorgio, solo conocía su notario y será secreto hasta la lectura del testamento.