Encontrar un hueco entre la multitud, para cargarse de oxígeno, es clave para sobrevivir a cuatro días de festival. Porque en el Mad Cool puede pasar de todo, que se lo pregunten a Alicia Ros, cantante de la banda Cariño. Su grupo actuó por primera vez en el festival.

"No es el primer año que vengo, el año pasado estuve de camarera. Más de nueve horas al día", afirma la cantante y bajista de 'Cariño'.

Ella fue una de las 6.000 personas que trabajan en la ciudad de la música. "Trabajando de camarera se sobrevive al festival porque no te apetece nada salir", añade Alicia.

Sobrevivir y aguantar son los objetivos más escuchados entre los 200.000 asistentes. Para conseguirlo hay trucos: "cerveza, más cerveza, ibuprofeno y un poquito de dormir", apuntan un grupo de chicas del público.

Aquí se trata de bailar, cantar y pasarlo bien. Porque en este Festival solo hay una línea roja: "no habrá nunca una banda muy de metal ni reggaeton", explica Javier Arnáiz, director del festival.

El cartel del Mad Cool está medido al milímetro. Este año hay más de 100 bandas. Desde Rosalía a Vestusta Morla, Noel Gallagher o The Cure, que cerrarán el último día de festival.