Hace 15 años una niña perdió su globo y ese globo nunca había pasado por España Hasta hoy, Banksy llega por primera vez a España, con una exposición en Madrid.

Una muestra que el graffitero de Bristol no ha autorizado, las obras pertenecen a coleccionistas privados. Exposiciones sin permiso, criticadas por el autor. Alguna vez le han provocado tanto que ha terminado yendo a la ciudad a dejar su impronta original, la callejera.

"Está por todas partes, así que hay muchas probabilidades de que venga a Madrid", ha dicho Alexander Nachkebiya, comisario de la exposición.

Su arte es un mensaje, de denuncia, de resistencia... Nadie conoce su identidad, un anonimato que forma parte del juego. La exposición pregunta si es genio o vándalo. "Es un genio porque tiene talento en muchos campos", añade Nachkebiya.

Genio, dicen, no sólo en lo artístico. También es icono pop, empresario, líder de marketing y líder de opinión. Cada pintada es un mensaje que se entiende a simple vista y vaya si da titulares.

Su tema fetiche, la crítica al capitalismo con la ironía como ingrediente esencial, incluso en esta exposición. Los cuadros están a la venta y el más caro cuesta casi dos millones de euros. Así que, también con Banksy, la salida siempre está pasando por caja.