Se cumple un año desde que Leonard Cohen nos ha dejado y lo que quizá no sepan es que el de Montreal también nos dejó una profunda huella española: una guitarra de las nuestras llevó al genio canadiense a hacerse músico.

Su biógrafo y amigo personal Alberto Manzano contaba cómo fue su encuentro con un guitarrista gitano a los 14 años. "Se queda fascinado Leonard escuchando a aquel joven gitano y le pregunta si le importaría darle unas clases", explica Alberto.

Cohen se enamoró tanto del sonido flamenco que acabó colaborando con Enrique Morente en el disco Omega. Así fue su encuentro en el Hotel Palace de Madrid. "Ni Enrique hablaba inglés ni Leonard hablaba español así que tuve que hacer de intérprete y fue una conversación muy entrañable", relata Manzano. La charla fue en uno de los bares favoritos de Lorca.

Gracias al poeta granaíno Leonard Cohen empezó a escribir antes, incluso, de ser músico. Juan de Loxa amigo del de Montreal vio cómo Cohen rindió un particular homenaje en la casa-museo de Federico. "Y de pronto, en una esquina del granero, se puso a hacer el pino, un ejercicio de relajamiento delante de la fotografía de Federico García Lorca", cuenta Juan.

Lorca y una guitarra española convirtieron a Leonard Cohen en el inconfundible músico que fue. Su devoción por nuestro país fue inmortalizada para siempre en un pequeño vals vienés junto a la alhambra granaína.