La muerte de Marilyn Monroe siempre ha estado rodeada de misterio. La exitosa actriz fue encontrada muerte en su mansión de Los Ángeles tras haber ingerido una dosis mortal de barbitúricos, aunque el hecho de que su cadáver presentara golpes y una posición poco natural desataron las especulaciones.

Cuando la noticia saltó, el fotógrafo Leigh Wiener se dirigió a la funeraria para intentar tomar fotos del cadáver. Según se asegura en un nuevo documental que repasa la muerte de Marilyn, consiguió acceder a los pasillos de la morgue sobornando con botellas de whisky a los empleados.

Allí fotografió el cadáver gastando cinco rollos de fotografía, pero sólo entregó tres a la revista Life porque consideró que el resto no eran aptas para el público. En ellas aparecería el cadáver desnudo de la fallecida y el paradero en el que se encuentran sigue siendo desconocido, ya que no se lo desveló ni a su hijo.

Entre las fotos que sí salieron a la luz estaba la de los pies de la actriz con la etiqueta colgada que dio la vuelta al mundo. Otra de las fotografías que recorrieron el mundo fue la del cadáver tapado hasta el cuello, aunque ésta no fue realizada por Wiener.