La Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE) ha mostrado este viernes su solidaridad con las víctimas de violencia sexual, y ha apuntado a la precariedad laboral como una de las causas que la propicia, porque, según han señalado, "es un tabú, porque humilla y avergüenza a quien la padece".

"La precariedad es debilidad", ha afirmado la presidenta de la AICE, María Guerra, durante la gala de los XI Premios Feroz, que se celebra en el Palacio de Vistalegre de Madrid, a lo que ha añadido que, por este motivo, "parte de la solución pasa por acabar con la precariedad laboral".

En este sentido, Guerra ha recordado que hace un año, en la fiesta de los Feroz hubo una agresión y las víctimas lo denunciaron. "Siempre estamos con las víctimas, os animamos de denunciar", ha manifestado la presidenta de la AICE, quien también ha felicitado al diario 'El País' por haber publicado una información sobre violencia sexual en el cine, con tres mujeres que han denunciado haber sufrido abusos por parte del realizador Carlos Vermut.

"Creemos que el momento perfecto para publicarlo porque así podemos reflexionar juntas sobre el cambio brutal que se ha producido en el mundo desde que en 2017 el New York Times sacó el primer caso de #metoo" hasta este 2024 con la etiqueta #seacabó, que inunda las redes sociales, ha expresado.

Al respecto, ha resaltado que el cine y el deporte son dos focos gigantes de atención mediática, pero no son los únicos lugares donde hay abusos. "El acoso está en todas partes y especialmente siempre se ceba con los débiles", ha señalado.

Además, en su discurso, Guerra ha pedido a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presente en la gala, que en su objetivo de regular y reducir la jornada laboral, que no se olvide de la prensa, ya que, tal y como ha subrayado, "esta precariedad silenciosa está expulsando a una nueva generación de periodistas que no quiere trabajar cobrando tan poco".

Así, la representante de los periodistas cinematográficos ha abogado por la independencia de la prensa y por tener "voz crítica y estabilidad laboral para sacar a la luz los aciertos y las malas prácticas". Finalmente, ha acabado recordando que la cultura "no puede ser censurada".