En 1988 quedó finalista del Premio Herralde con la novela "Mimoun" y desde entonces se ganó la admiración de los lectores.

En 1996 escribió la novela "La larga marcha", con la que comenzó su trilogía sobre la sociedad española que llega hasta la Transición y siguió en 2007 hablando sobre la España de la crisis y la burbuja inmobiliaria con "Crematorio", una obra que también le reportó el Premio Nacional de la Crítica y el V Premio Dulce Chacón.

Con "En la orilla", el escritor siguió poniendo el bisturí a la España marcada por la crisis y la corrupción con la narración del drama de la vida de cinco personas desempleadas y de su exjefe, con el que ganó su segundo Premio Nacional de la Crítica.

Todo ello en medio de un fresco social marcado por la emigración, las penurias, la erosión de las relaciones familiares, o la falta de dinero.  Es además autor de "La buena letra" (1992) y "La caída de Madrid".