El rostro de Jesucristo ha aparecido en multitud de películas, como 'Rey de reyes', 'Jesús de Nazareth' o 'La última tentación de Cristo'. Sin embargo, hubo un tiempo en el que a Hollywood le sonrojaba mostrar la cara de Jesucristo.

"Desde el año 27 hasta el año 61, las apariciones de Cristo en el cine son con una luz, de espaldas, con una mano que aparece, o con una voz. Se tenía como cierto miedo ponerle rostro", señala Guillermo Balmori, historiador de cine.

Como, por ejemplo, esa mano que ofrece agua a un Ben Hur sediento y moribundo. Algo similar ocurrió con 'Rey de reyes', que tropezó con la censura franquista durante su rodaje en España en los años 60. Fue Carmen Sevilla quien interpretó en esa película el papel de María Magdalena.

En este sentido, Balmori subraya que "cuando ruedan la crucifixión, no depilan el pecho al actor, y entonces la censura española dijo que cómo se iba a poner a Cristo con pelo en el pecho, que eso no era respetuoso, por lo que hicieron repetir la escena con él rasurado".

Hasta el propio Scorsese tuvo que poner orden cuando rodó 'La última tentación de Cristo', ya en el año 88: "No permitió que se fumase en el set; no quería que los fotógrafos cogieran una imagen de Cristo fumando porque podía ser irrespetuoso", indica el historiador de cine.

Interpretar a Jesucristo traía, incluso, consecuencias una vez terminadas las películas. "Había cláusulas para el actor; no podía interpretar papeles que fueran 'indignos' de haber interpretado a Jesucristo cinco años después", apunta Guillermo Balmori.

Sin embargo, se pasó del pudor y el decoro de los años dorados de Hollywood, se pasó a las escenas más escabrosas en estas últimas décadas. Balmori destaca al respecto que "el cine de hoy exige más violencia". "Se confunde el realismo con ser más desagradable, más sangriento", expresa.

Los títulos sobre Jesucristo, algunos de ellos superproducciones, vuelven cada año a las pantallas en Semana Santa.