Beyoncé se ha coronado como la nueva reina del Estadio Olímpico de Barcelona y ha conseguido que hasta los cimientos del edificio se contonearan a su ritmo, durante unas dos horas de concierto.

Faltaban unos unos minutos para las diez de la noche cuando su aparición ha sacudido toda la montaña de Montjuïc. Ante más de 46.000 personas la cantante ha presentado las canciones de su último álbum y ha repasado sus grandes éxitos en un concierto donde ha cerrado el periplo europeo de su gira mundial "The Formation World Tour".

La superestrella iba a aparecer entre humo en el escenario, una pantalla gigante en forma de cubo que daba vueltas bañada en diferentes colores y un público enloquecido.

Vestida de negro, con un gran sombrero y acompañada por un espectacular cuerpo de baile femenino, la cantante ha surgido desde el interior de la tierra, con la melena al aire. Los primeros acordes que ha acometido han sido "Formation" y "Sorry", un tema que lleva semanas provocando comentarios.

La reina norteamericana también se ha atrevido a cantar en castellano algunas estrofas de "Irreplaceable" como las que advierten: "Nunca más me vuelvas a engañar y a largarte" y ha saludado al público de Barcelona, con un: "I love you" (Os quiero).

La señora Knowles, en su quinta visita a la capital catalana, ha vuelto a mostrar sus dotes como artista, con su potente voz, su preparación física o sus cambios de vestuario, al menos en seis ocasiones diferentes, entre el delirio de sus seguidores. Ha bailado, con su característico golpe de cadera, y ha levantado más que aplausos cuando ha interpretado, por ejemplo, a capella, un tema como "Love on Top".

Especialmente sensual se ha mostrado en una canción como "Drunk in Love", donde desde una pasarela, rodeada por sus seguidores, ha sido grabada con los teléfonos en alto.

Ha tenido un recuerdo para su pequeña hija y, ya de rojo carmín, ha entonado el "Crazy in Love". Más que sexy se ha mostrado con "Naughty Girl", el cuarto éxito mundial de su carrera en solitario.

El momento "Party" ha cubierto el cielo de una suerte de confeti y luego sobre una cinta andadora ha llegado hasta el pequeño escenario, prácticamente en el centro del estadio, convertido en una piscina donde ha interpretado "Freedom", con los pies en el agua, acompañada por sus bailarinas.

La cantante ha puesto punto y final a la actuación con un "nos vemos en la próxima" con la que dice adiós a Europa.La promotora Live Nation ha hecho público que Beyoncé se despide del viejo continente vendiendo en España por primera vez 46.000 entradas. Un nuevo récord para la diva estadounidense.