Una piedra encontrada en Marchena podría cambiar la historia de esta localidad sevillana. Apareció en un convento abandonado y tiene una inscripción en latín en la que se habla de una antigua localidad romana en esa misma zona, de la que no se tenía constancia hasta ahora.

La pieza clave de nuestro pasado romano se encuentra entre unos olivos, en un pedestal de piedra caliza de poco más de un metro donde se puede leer "hijo de Marco y de la tribu Galeria".

Es la base donde se colocaría la estatua de uno de los principales magistrados de esta nueva ciudad romana. "Por primera vez se confirma al 100% que Marchena contaba con un municipio, es decir, de categoría municipal en época romana", apunta el arqueólogo Sergio García-Dils.

Él lleva 25 años estudiando el pasado romano de la zona y llegó a esta inscripción siguiendo la pista de otro pedestal colocado justo en la otra esquina. Hallazgos localizados en un lugar estratégico y bien comunicado que hoy se cae a pedazos.

Las ruinas del antiguo convento de Santa Eulalia arropan hoy estos pilares. Los vecinos ya se están movilizando para que "lo poquito que queda no se pierda y que lo declaren Bien de Interés Cultural". Hispania Nostra ya lo ha incluído en su lista roja de patrimonio.