El poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha protagonizado uno de los momentos más emotivos del entierro de Almudena Grandesal despedirse de su esposa con un beso sobre uno de sus libros.

García Montero, visiblemente emocionado, ha besado el libro antes de depositarlo sobre el féretro de su esposa. Durante unos segundos se ha quedado mirando fijamente el último lugar de reposo de la escritora madrileña, en el Cementerio Civil de La Almudena.

Horas antes del responso, el poeta había agradecido el cariño recibido y las condolencias por su pérdida. "Supongo que estar hundido es un modo de seguir enamorado y de empezar una nueva vida con el amor de siempre", ha escrito a través de Twitter.

Al entierro han acudido centenares de lectores acompañados de las obras más representativas de la escritora, fallecida este sábado a los 61 años a causa de un cáncer.

La propuesta fue del periodista Ramón Lobo, en un homenaje a imagen y semejanza del que se hizo al Nobel portugués José Saramago.

"Almudena Grandes se merece un acto como el de Saramago en Lisboa, con sus lectores sosteniendo alguno de sus libros como agradecimiento", compartió a través de Twitter el escritor.