Se considera una de las personas que más se ha mudado en su vida. Elvira Lindo nació en Cádiz, pero pronto la hija de Antonia y Manuel descubriría que la suya estaba llamada a ser una vida nómada. El trabajo de su padre los llevó por Málaga, Tarragona, Madrid, entre otros lugares. "Por qué me han tocado a mí unos padres con una vida tan inestable", se preguntaba de pequeña.
Quizá lo hicieron para darle historias que contar, aunque su padre le pidiera, con la boca pequeña, que no escribiera más de él. "Alguna vez me dijo: 'Es que esto ya' y luego iba al bar donde iba siempre y se los celebraban mucho y hacía fotocopias y los repartía", recuerda.
Aquella niña ha terminado dedicándose a la palabra. "Si alguien en el futuro quisiera escribir mi biografía lo pasaría bien", señala a las cámaras. Pero sigue siendo nómada: "Soy gaditana, mañana madrileña, dentro de unos días neoyorkina y en otoño Buenos Aires".
Elvira Lindo ha sido periodista, actriz, cantante de cabaret, guionista y directora de cine. En resumen, todo lo que se le ha puesto por delante. "Yo me he dedicado incluso a lo frívolo con mucha seriedad", asegura. También ha sido escritora, siempre con el tema de la familia, una presente y también ausente, siempre como eje central de su obra.
En esta última, 'En la boca del lobo', ha relajado la historia de una una joven que calla un secreto viajando con su madre a un pueblo de Valencia. Una historia que la dejó vacía al terminar. "Es una sensación rara que no he tenido con otro libros. Algo muy íntimo". Después de esto, solo el viento sabe adónde la llevará.