42 años después de su muerte todavía hay algunos que creen que su funeral fue una pantomima. Que Elvis sigue vivo a sus, calculemos, 84 años y que está en algún lugar disfrutando de la vida.

Pero no. Elvis no pudo sobrevivir a un ataque al corazón provocado por sus múltiples problemas de salud y su adicción a los opiáceos. Llegaba a ingerir hasta 25 pastillas diarias.

Murió en su mansión de Memphis hace 42 años y a pesar de que su padre prohibió que se hiciese pública su autopsia hasta 2027, varias investigaciones hechas a lo largo de las últimas cuatro décadas, han ratificado que Elvis murió.

El Elvis que se fue en Graceland era una caricatura del que se convirtió en una estrella con solo 19 años. Conoció el éxito muy pronto. Música, conciertos, películas. No tuvo tiempo para digerirlo. Además la figura de su madre lo contaminaba todo.

Sobreprotegió a su hijo de forma desmesurada y murió de forma prematura, provocando que siempre acabase buscando consuelo en mujeres mucho más jóvenes que él para llenar el vacío dejado por su madre.

Conoció a Priscilla, su primera mujer en Alemania mientras hacía el servicio militar, cuando ella tenía tan solo 14 años.

Pero su ruina llegó cuando conoció al coronel Tom Parker. Un farsante que no era ni coronel, ni se llamaba Tom. Se convirtió en su manager y le impidió salir de gira de EEUU. Se cree que el supuesto coronel tenía una orden de busca y captura en Europa. Además, empujó a Presley a aceptar contratos cada vez más mediocres para películas cada vez más ridículas.

Se acabó convirtiendo en casi una atracción de feria. Un final demasiado triste para el cantante que sin saberlo, sin pretenderlo, cambió la música y revolucionó un género: el rock&roll.