Desde 'Rocky' hasta 'Joker', peldaño a peldaño, las escaleras no son un elemento más en las películas. De hecho, en muchas ocasiones han acabado siendo parte de la historia del cine.

El uso que Todd Phillips ha hecho de las escaleras en 'Joker' ha causado que miles de personas acudan al Bronx, en Nueva York, para recrear el baile del villano en ellas.

Pues, al margen de turistas y 'fans', la escena simboliza la epifanía del protagonista: después de subirlas encorvado todos los días, las baja bailando, aceptando su locura... descendiendo hacia ella.

Una bajada a los infiernos, como la de la muerte del padre Karras en 'El Exorcista'. Un descenso de 75 peldaños que ahora están a punto de recibir el calificativo de 'Historical landmark' (en español, lugar histórico).

Y del infierno al cielo. Porque eso supone para Rocky subir las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia: recoger los frutos de un duro entrenamiento.

Con claras alusiones a 'El Acorazado Potempkin', que introdujo las primeras escaleras míticas de la historia del cine, 'Los Intocables' de Elliot Ness hicieron famosas las de la Estación Central de Nueva York.

Las de Plaza de España en Roma ya eran conocidas, pero cobraron un nuevo sentido cuando Audrey Hepburn y Gregory Peck pasearon por ellas en 'Vacaciones en Roma'.

Pues al final, la magia del cine se extiende a la realidad y 'unas' escaleras pasan a convertirse en 'esas' escaleras.