El frontón Beti Jai ha renacido tras años de abandono. Este edificio centenario fue uno de los primeros tesoros del patrimonio histórico cuyo mal estado denunció laSexta Noticias. Un lugar único que fue abandonado a su suerte y que ha sido restaurado.

"De hasta 18 frontones que hubo en Madrid es el único que nos queda", explica Carmen Rojas Cerro, coordinadora de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. De hecho, fue el primer frontón que se construyó en la ciudad, en 1894. Por entonces, este deporte era muy popular y acudían a verlo desde la corte hasta las clases populares.

En 1918 dejó de usarse para lo que fue concebido y se destinó a otras funciones: desde ser la sede de los vehículos Studebaker a escenario de rodajes de multitud de películas e incluso una prisión durante la Guerra Civil. Con el paso del tiempo, cayó en el olvido y en 2014 presentaba un estado de total abandono.

El estado que presentaba el edificio en 2014

Su estilo neomudéjar y sus particularidades arquitectónicas le hicieron ganarse el título de Bien de Interés Cultural, pero no fue hasta hace dos años cuando el Ayuntamiento de la capital se propuso devolver a Beti Jai a la vida.

La restauración ha respetado el estilo original, pero diferenciando entre lo nuevo y lo antiguo, como marca la legislación. Para restaurar y consolidar el edificio se han invertido cinco millones de euros.

La iniciativa ha tenido muy buena acogida entre los vecinos. "Estoy encantada de que se haya hecho", afirma una residente de la zona. "Todos los viejitos, incluida yo, tenemos que ser restaurados", bromea otra vecina, "y si se le puede dar una función que sirva para la gente entonces ya es una maravilla". Precisamente, solo falta eso: encontrarle un uso que vuelva animar sus gradas.