Marcel Proust envidiaba el frenesí amoroso de sus vecinos. Así se lo contaba a su amigo Jacques Porel en una carta, fechada de julio de 1919, que ha sido subastada dentro de un lote de más de 300 libros y manuscritos.
El escritor francés comentaba con humor el asombro que le causaban las peripecias sexuales de aquellos inquilinos de las que era testigo. Decía tener celos de quienes podían gritar de tal modo.
La primera vez que les escuchó pensó que se trataba de un crimen. Y aprovechando que su confidente era hijo de su casera, el relato también le sirvió para dejar claro que el causante de tal alboroto no era él. Decía que él tan solo conocía el asma.
Confesiones íntimas poco habituales para la época, por las que se han pagado más de 28.000 euros.
Lo cuenta la escritora Celia Santos
El 'Plan Marta', el "cruel" programa de Franco y la Iglesia para repoblar Australia con mujeres españolas blancas
En los años 60, cientos de mujeres fueron enviadas a las antípodas con el objetivo de repoblar el país, como cuenta Celia Santos en la novela El país del atardecer dorado.