Hace 250 años llegaba al mundo una nueva industria de bailarines, acróbatas y risa. Emilio Aragón, ha querido conmemorar este aniversario con 'Circlassica'. Lo hace "a través de una historia que es real", la historia de sus bisabuelos, explica.

Del amor entre un seminarista convertido en payaso y una amazona de circo surgió una de las estirpes circenses más importantes de España: la familia Aragón. Pero mucho ha cambiado desde entonces.

Los actos con animales comienzan a desaparecer, estando ya prohibidos en más de 300 municipios y como en el circo impera la creatividad, no es difícil buscar sucedáneos.

"Todos tenemos en nuestras retinas números con elefantes o caballos y yo quería que estuvieran representados de alguna manera en la función", añade Aragón.

'La parada de los monstruos' nos enseñó que los verdaderos monstruos éramos nosotros. El show basado en la exhibición de personas terminó con el siglo XX. Lo que sí que perdura es la unión de la troupe. "Es como una pequeña ONU", destaca Aragón.

Artistas internacionales que trabajan para desafiar las leyes de la física porque hasta el final del espectáculo todo es posible.