El Dúo Dinámico abría con uno de sus temas más conocidos, "Resistiré", para el que contaron con el cantante de Miss Cafeina, Alberto Giménez. Con este primer tema dejaban claro el objetivo de la actuación: celebrar un guateque con entrada libre para varias generaciones. Pero había más sorpresas.
No faltaron grandes éxitos como "Quince años tiene mi amor", "Esos ojitos negros"o "Tú vacilándome", interpretados con maestría y profesionalidad; no en vano, llevan más de 50 años subidos a los escenarios.
Vestían de negro riguroso con camisetas juveniles, vaqueros y chaquetas, alejados de esos chalecos rojos que les dieron una imagen moderna para la época y que, supuso un gesto de rebeldía cuando imperaban los trajes y las corbatas.
"Somos los primeros indies", se reivindicaban ante el público entregado que dejaba, por esta vez, las primeras filas a mujeres y hombres más mayores, entusiasmados al disfrutar del grupo que puso música a su juventud. De vuelta en un festival compartían cartel con los grupos que ahora escuchan sus hijos y nietos.
El guateque seguía con canciones que todo el mundo, ha escuchado alguna vez, por lo menos en el coche de sus padres: "Como ayer", "Eres tú", o el "La la la".
También había tiempo para la calma, con "Perdóname" y, sobre todo, con "Amor de Verano", en la que Eva Amaral ha subido al escenario, y un poco abrumada escuchaba a Manuel decirle que, para él, su banda ha escrito las canciones más bellas de los últimos años. Para despedirse, "Resistiré" volvía a sonar. "Volveremos, sed felices, hasta pronto".
Pero la primera jornada del Sonorama ha dado para mucho más. A las actuaciones de los grupos promesas del indie patrio, los conciertos más multitudinarios se abrían con "Niño de Elche" y, sobretodo, con Quique González y Los Detectives. Ángel Stanich, los granadinos 091, Molotov o Fuel Fandango que han dejado buena impresión en este inmejorable arranque del Sonorama.
Se abre con algunos cambios
Notre Dame, la catedral renacida: los colores que los siglos habían borrado vuelven tras su reconstrucción
Lo más llamativo de esta nueva Notre Dame es su luminosidad y el regreso de un color que los siglos habían borrado. En el exterior, las gárgolas dañadas por las mangueras que querían detener las llamas ya han sido reparadas.