Dentro del féretro de Joaquín Gaztambide no estaba ni Joaquín Gaztambide ni unos tacones rojos, como se había dicho anteriormente. Al abrir el ataúd de latón, se encontraron los restos de una mujer y unos botines de tacón que no eran rojos.

El bisnieto del compositor ha confirmado estas novedades después de que se reconociese que no se sabe dónde están los restos de Gaztambide ni quién es esa mujer.

Aunque a Gaztambide se le enterró en Madrid en 1870, el Ayuntamiento de Tudela consiguió trasladar su cuerpo en 1921 con el fin de construirle un panteón que nunca llegó. Beatriz Pérez, archivera municipal de Tudela, explica que cuando llegó allí con la comitiva "nadie dudaba que fuera Gaztambide".

En 1941, se le trasladó a un nicho familiar. 14 años después, se descubrió que allí no estaba enterrado el músico. Ahora, el Ayuntamiento de Tudela revisará su historia para saber dónde puede estar el maestro 153 años después de su muerte.