Puede que no lo crean, pero es muy probable que hayan besado este rostro alguna vez en su vida. En medio del bullicio del París de 1880 una joven de unos 17 años, se ahogó en el Sena.

Su cuerpo, fue llevado a la morgue para examinarlo, y nada más verla, el patólogo, se quedó prendado de su belleza. Tanto, que moldeó una máscara mortuoria, para inmortalizar sus facciones.

Sin quererlo se convirtió en el rostro más famoso de París y fue rebautizada como 'La Desconocida del Sena'.

Bustos con su cara decoraban las casas de los artistas más excéntricos. Poetas, dramaturgos o escritores se inspiraban en su triste historia para escribir sus obras. Incluso era un icono de moda y belleza para las mujeres de la época. Su rictus angelical acabó en boca de todos, literalmente hablando.

En 1958 Peter Safar, un médico austriaco, revolucionó la medicina con su método de reanimación boca a boca. Decidió enseñar su técnica con un maniquí, y cautivado por el misterio que envolvía la muerte de la joven, eligió su rostro para el mismo. Pensó que a la gente le motivaría querer salvar vidas, al ver un cara tan bonita. Así nació el Resusci Anne, que se reprodujo como la pólvora.

Millones de personas en todo el mundo, han usado esta técnica, y por ende, este maniquí para enseñarla, de ahí que sea muy posible que la hayan besado alguna vez.