Triunfó en Estados Unidos primero y en todo el mundo después con 'El coche fantástico'. Sus aventuras con Kitt le catapultaron a la fama. Y de ahí dio el salto a la música, aunque no con tanto éxito. Según el propio David Hasselhoff, su disco Knight Rocker solamente vendió siete copias en Estados Unidos. Pero en Austria, y sin que él lo supiera, era todo un éxito.

Hasselhoff vino a Europa para una gira que le trajo incluso a España, llegando a cantar temas en castellano. Giró por toda Europa. Se convirtió en un mito en Alemania y así hasta llegar a la Nochevieja de 1989. Le llamaron para cantar en un hotel de la capital alemana, pero se negó. Dijo que en cantaba en el muro o nada. Y así fue.

'Looking for freedom' sonó en la puerta de Brandenburgo. Con un muro recién caído, y con el cantante subido en una grúa, con una chaqueta con luces, a dos grados bajo cero y con dos millones de personas viéndole en directo. Y si ya era un ídolo en Alemania antes de esa Nochevieja, tras ella el mito se hizo más grande.

Desde entonces un mito ha circulado al rededor de Hasselhoff. Se dice que su canción tuvo gran influencia en la caída del muro. Él dice que sólo cantó la canción correcta en el lugar correcto.