Su historia se remonta a 1760, poco antes de la guerra de la Independencia. En aquella época, John Bartlam estableció una fábrica de porcelana a media hora de Charleston.

La porcelana era un material muy preciado, que hasta unos años antes sólo se producía en China. Sólo unos poco podían permitirse comprar algo así. Ha sido el Museo Metropolitan de Nueva York el que ganó la tensa puja de ocho minutos.