Tina, la más joven de las dos hermanas comenzó a coquetear con las drogas y el alcohol. Aunque eso fue lo de menos. Toda la presión a la que Tina estaba sometida desembocó en un problema grave: esquizofrenia.

A Saray, la hija mayor de Tina tuvieron que cuidarla sus abuelos para protegerla de los brotes de su madre, algo que afectó mucho a las dos. En 1995, Tina murió por culpa del SIDA y cinco años después, Saray, junto a su tía, quisieron resucitar a Las Grecas.

Perder a Tina fue una pena que sigue doliendo, pero Saray no ha dejado los escenarios. Es cantaora del Ballet Nacional de España y ahora volverá a ser una Greca. Por primera vez, se va a rendir homenaje a Tina, a su madre.