Los Jets contra los Sharks, un par de chasquidos y todo el mundo a bailar. 'West Side Story' es la obra más conocida de Leonard Bernstein pero hizo muchísimo más. Estaba convencido de que la cultura es la base de todo. "Nuestras artes son el corazón que late en nuestra civilización", afirmó.

Bernstein trató de transmitir su amor por la música a las nuevas generaciones. Su hija, Jamie Bernstein, cuenta que "fue un educador increíble". "Los conciertos para niños en televisión...todo lo que hizo, lo hizo para compartir su conocimiento con el mundo", añade.

También fue una persona muy comprometida. Desde ir él mismo con martillo y cincel para ayudar a derribar el muro de Berlín, hasta rechazar la medalla Nacional de las Artes de EEUU. Lo hizo como protesta por la escasa dotación que la administración Bush le otorgaba a la cultura.

Sin embargo, a quien Bernstein admiró de verdad fue a Kennedy. Todavía se emocionaba años después de su muerte, recordándole en la Casa Blanca.

Bernstein no era un director de orquesta al uso. Era pura pasión. Que se lo pregunten a Josep Carreras. Su exigencia era contagiosa. En uno de los números de 'West Side Story' ensayaron tantas horas y hacía tanto calor que parte de los actores acabaron cayendo enfermos.

Con Berstein en la memoria, 'West Side Story' volverá a los escenarios de Madrid en octubre para celebrar los 100 años de su nacimiento y bailar, de nuevo, a su son.