Baksy ha ofrecido algunas de sus obras a precio de saldo en un puesto callejero de Nueva York. A un precio cercano a  cuarenta euros cada una, cuando en una subasta se ha llegado a pagar por algunas hasta un millón de euros. Su nombre no aparece en el puesto por ningún lado y por eso la gente no se ha parado ni a mirar.

La primera venta ha llegó después de cuatro horas de espera. Una señora compra dos lienzos para sus niños, pero eso sí, después regatear y conseguir que se los dejen a la mitad. Media hora después una chica se queda con otros dos. La última venta, justo antes de cerrar, un señor compra cuatro lienzos para decorar su nueva casa.

En todo el día se vendieron ocho obras por unos 300 euros. El propio Banksy ha garantizado su autenticidad al colgar al día siguiente el vídeo del puesto en su web. Algunos habrán descubierto que han hecho el negocio de su vida. Más sabiendo que el puesto no se ha vuelto a abrir.

El sufrimiento de los animales según Banksy
Un camión repleto de animales de peluche llorando recorre Nueva York. Es una de las últimas obras del artista británico Bank que quiere concienciar así del sufrimiento de los animales de verdad.

El camión recorrerá la ciudad mientras dure su nuevo proyecto: realizar una obra distinta cada día de octubre en las calles de Nueva York. Esta vez ha conseguido llamar la atención, pero otros de sus trabajos han pasado completamente desapercibidos.