Christopher Wright compró un cuadro por unos 77 euros en 1970. La obra, una supuesta copia del retrato de la infanta Isabel Clara Eugenia de Anton van Dyck, llevaba desde entonces colgada en el salón de su casa. Medio siglo después, este historiador de arte británico ha descubierto que podría ser una obra original del maestro flamenco, valorada en cerca de 50.000 euros.

Según ha relatado Wright a 'The Guardian', adquirió el cuadro por 65 libras en Londres hace años, convencido de que se trataba de una copia. Ahora, estima que podría valer en torno a 40.000 libras, aunque algunas obras del pintor se han vendido por sumas incluso mayores.

El historiador se fijó más detenidamente en la obra, tras décadas en una pared de su hogar, a raíz de la visita de Colin Harrison, conservador sénior de Arte Europeo en el Museo Ashmolean de Oxford, que le dijo que creía que el propio Van Dyck podría haberlo pintado.

Entonces, de acuerdo con el rotativo británico, su propietario llevó la obra al Instituto Courtauld de Arte de Londres, donde ha sido examinada y restaurada.

Dicha institución señala que Van Dyck y su taller produjeron muchos de estos retratos de la infanta, por lo que puede ser muy complicado determinar hasta qué punto participaron los ayudantes del pintor, y concluye en su informe con la propuesta "tentativa" de que la obra "se puede atribuir al taller de Van Dyck y que se completó durante su vida y bajo su supervisión".

Wright está convencido de que el cuadro, que podría haberse pintado entre 1628 y 1632, no es una copia, dada la hábil ejecución de las manos de la infanta. Ahora, lo va a prestar de forma permanente a un museo.