No se agobie. Esto es un simulacro. Lo hacen los marines de los Estados Unidos. Tienen que saber cómo actuar si ocurre lo peor: cómo sobrevivir si se hunde un helicóptero.

Sin entrenamiento, es casi imposible sobrevivir. Los helicópteros se hunden rápido y dando vueltas, desorientando a los que van dentro. Hasta el entrenamiento es peligroso. En el primer intento, a este soldado se le cae el respirador y tiene que ser el instructor el que le saque del agua. Lo principal para sobrevivir: tranquilidad, rapidez de decisión, aprenderse de memoria dónde están las ventanas del helicóptero y no levantarse.

Los pulmones están llenos de aire, así que hay que fiarse de ellos. El oxígeno siempre sale a la superficie y tirará del cuerpo hacia arriba. Hay que tener la sangre fría de pararse un momento, fijarse hacia donde van las burbujas y seguirlas.

No es nada fácil. Hasta los marines más preparados físicamente tienen problemas. Pero para eso está un entrenamiento que no está de más: nunca sabes cuándo lo vas a necesitar.