Los videoclubs han sido testigo de nuestra historia. Sin embargo, de estos lugares a los que acudían los fanáticos del cine para mirar y alquilar películas, tan solo quedan unos 300 abiertos en toda España.

Están desapareciendo, entre otros motivos, porque todo el contenido audiovisual lo podemos encontrar en plataformas digitales o en internet, pero también por la ausencia de novedades. El último de Madrid todavía sobrevive. Marcia, su dueña, no se rinde y va "rascando de aquí y de allá" para que sobreviva a base de vender "posters o merchandising".

Por el contrario, el segundo videoclub más antiguo de España, el de Juan García, se ha visto obligado a bajar la persiana para siempre después de 43 años en activo. "Poquito a poco quitamos la tienda" comenta el que fuera el propietario de Videoclub García, en Jaén. "La decisión de quitar el videoclub es, a parte de porque me prejubilo, porque ya no sacan películas en físico o muy poquitas", se lamenta. Por él han pasado más de 16.000 socios, que disfrutaban del placer de perderse por los pasillos de aquellos templos del cine.