La embajadora en España de EEUU se ha pronunciado. A través de un video publicado en la cuenta oficial de la Embajada de EEUU en España se dirigía así al artista: "Please, Boss" y utilizaba sus mejores armas de persuasión: "voy a hacerte una oferta que no podrás rechazar". En tono de broma, pregunta a Bruce Springsteen si tiene algo que hacer en octubre y añade: "De una pequeña jefa al gran Boss (jefe), por favor, ven a Peralejos, aquí en España".

Es la última en sumarse a esa campaña que iniciaron los 156 vecinos y vecinas de este pequeño pueblo de Guadalajara. Aseguran sentir devoción por el 'Boss' ante nuestro micrófono. Se han impreso hasta camisetas en las que indican que ven un pequeño parón en las fechas de su gira en el mes de octubre por lo que le invitan a la pequeña localidad. "Please, come", pronuncian en un trabajado inglés.

El alcalde, Timoteo Madrid, nos cuenta que la historia de amor con el rock de Springsteen comienza cuatro décadas atrás en el bar de pueblo. El camarero compraba los discos del artista, los reproducía y así se creó la magia: todo el padrón municipal convertido en fan incondicional. En 2012 desplegaron una pancarta con el nombre de Peralejos de las Truchas en el concierto que el 'Boss' dio en Madrid.

En 2014 le nombraron hijo honorífico y siete años después lograron darle la placa distintiva en persona en un hotel de Madrid, a pesar de la negativa inicial de la discográfica. Tales son los lazos de unión con Springsteen que se han hermanado con el pueblo natal del cantante.

Ahora en sus calles no se habla de otra cosa. "Pues le daremos de comer cordero, y seguro que repite", bromea un vecino. "Y le echamos al pilón", añade otro de sus habitantes. Está por ver si el 'Boss' se moja.