Bruce Springsteen & The E Street Band exhibieron su poder este viernes por la noche en un concierto en el Estadi Olímpic de Barcelona con las entradas agotadas al que han asistido unas 60.000 personas, y con el que da el pistoletazo de salida a su gira por Europa.
"¡Hola Barcelona, hola Catalunya! Uno, dos, tres, cuatro", gritó el artista al salir al escenario con los primeros acordes de 'No surrender', un saludo correspondido por un estallido de aplausos del público y caracterizado por una energía que se mantuvo durante todo el concierto, que duró tres horas.
Arropado por los músicos de su potente banda y vistiendo negro de pies a cabeza, 'The Boss' inauguró el repertorio con 'Ghosts' y 'Letter to you', de su álbum 'Letter to you' (2020), y siguió repasando éxitos como 'Prove it all night', del álbum 'Darkness on the edge of town' (1978).
En el escenario le acompañaron las guitarras y voces de Stevie Van Zandt, Nils Lofgren y Patti Scialfa --esta última, mujer de Sprinsteen--; Roy Bittan al piano y sintetizador; Charlie Giordano en los teclados; el bajista Garry Tallent; el baterista Max Weinberg; el saxofonista Jake Clemons y Soozie Tyrell al violín, guitarra y acompañamientos vocales.
Así, siguió conquistando al público con otros grandes éxitos como 'The promised land' y 'Out in the street', durante la que los músicos derrocharon virtuosismo, seguidas por 'Kitty's back' y una versión de 'Nightshift' de The Commodores, durante la que dejó su guitarra y bailó cómplice con las primeras filas de asistentes.
Ante un público entusiasmado y entregado, con miles de personas que han hecho cola ante el recinto desde el jueves, Springsteen compartió 'Human touch', 'The E Street Shuffle' y 'Mary's place', y para presentarla gritó: "¡Catalunya, Barcelona! Us estimem, us estimem, us estimem! (¡Os queremos, os queremos, os queremos!).
El espectáculo siguió por todo lo alto cuando los músicos sumaron fuerzas para la versión de 'Pay me my money down', original de The Weavers, para seguidamente emocionar con 'Last man standing', que Springsteen introdujo recordando sus inicios en la música y destacando "la importancia del vivir el 'aquí' y el 'ahora'".
"Os llevaré aquí hasta el fin", confesó tocándose el pecho al cantar 'Backstreets', y siguió cautivando al público versionando 'Because the night' de Patti Smith, ocasión que Stevie Van Zandt aprovechó para reinar en el Estadi con un poderoso y largo solo de guitarra, seguida por 'She's the one', 'Wrecking ball' y la épica 'The rising'.
Más tarde, la marea de asistentes enloqueció con los primeros compases de 'Badlands' y con la armónica introductoria de la emocionante 'Thunder Road', sellada por Jake Clemons luciendo su dominio del saxo, y 'The Boss' afrontando la recta final de la noche con las muy esperadas 'Born in the USA' y 'Born to run'.
Y tras guardarse para la traca final 'Glory days' y 'Dancing in the dark', selló la noche por todo lo alto montando una fiesta con su banda para 'Tenth Avenue freeze-out' y con versión acústica e íntima de 'I'll see you in my dreams', y antes de abandonar el escenario reivindicó a la E Street Band como "legendaria".
Dará otro concierto en Barcelona este domingo
Es el primero de los dos conciertos que ofrecerá en la capital catalana, donde volverá a actuar el domingo día 30 --también con entradas agotadas--, y ha contado con la asistencia de personalidades como el expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, su mujer, Michelle Obama, y el cineasta Steven Spielberg, que aterrizaron en la ciudad el jueves y han visitado varios puntos emblemáticos antes del concierto.
Con este concierto, Springsteen, de 73 años, regresa a Barcelona siete años después de actuar en el Camp Nou dentro de su gira 'The River', y lo hace el mismo mes en que se cumplen 42 años de su primer concierto en la ciudad, en 1981.
Después de la doble cita en Barcelona, 'The Boss' seguirá su gira por Dublín (Irlanda), París (Francia), Ferrara, Roma (Italia), Amsterdam, Landgraaf (Holanda), Zúrich (Suiza) y Gotemburgo (Suecia), entre otras ciudades, antes de sellarla el 25 de julio en Monza (Italia).
Se abre con algunos cambios
Notre Dame, la catedral renacida: los colores que los siglos habían borrado vuelven tras su reconstrucción
Lo más llamativo de esta nueva Notre Dame es su luminosidad y el regreso de un color que los siglos habían borrado. En el exterior, las gárgolas dañadas por las mangueras que querían detener las llamas ya han sido reparadas.