Le hemos visto aclamado como un dios moderno. También le hemos visto reventar estadios y escribir canciones que están escritas en la portada del libro de la historia del rock.

Pero es ahora, cuando cumple los 70 y todavía ejerciendo de jefe, cuando este chico de New Jersey se desnuda y nos deja echar un vistazo en sus grietas. Bruce cambia de década y se vuelve más humano, menos mito.

Es el documental que ha escrito para contarse así mismo. En él profundiza en los temas que ya adelantó en su autobiografía: la difícil relación con su padre, que padecía esquizofrenia paranoide; y también la depresión crónica que ha arrastrado desde hace décadas, y que ha dejado a este hombre que moviliza a las masas, cuenta, vacío como un cascarón.

Podría haberse callado sus miserias, seguir con esa figura de hombre inquebrantable, duro y genial que sigue ilusionando, enamorando a los suyos e inspirando películas. La última, 'Cegado por la luz' que trata de un adolescente pakistaní al que su música le salva de todo.

Pero Springsteen siempre ha apostado por la sinceridad, por darlo todo. Como en las más de tres horas de concierto que nos ha hecho disfrutar tantas veces en España.

Esas sesiones en las que cualquiera puede subir al escenario y en las que siempre hay una dedicatoria para quien no ha podido estar, como Nacho, el fan que murió de cáncer antes de un concierto.

Ya nos tenías Bruce en el bolsillo pero ahora que sabemos lo que has sufrido, tus canciones nos cuentan aún más.