Muertes en el escenario las ha habido siempre. A Johnny Ace le encantaba jugar con un revolver entre canción y canción. Pensaba que los que usaba estaban descargados, pero el que juega con fuego... se acaba quemando. Un día, cogió uno cargado y acabó pegándose un tiro.

Leslie Harvey, el guitarra de los 'Stone the Crows' estaba con el resto del grupo de teloneros de Led Zeppelin y se le ocurrió tocar un micrófono descubierto con las manos húmedas. Murió electrocutado.

También hay casos en los que un artista subido a un escenario, sin comerlo ni beberlo, no vuelve a ver la luz del sol. Dimebag Darrell, guitarrista de 'Pantera' y 'Damageplan' murió asesinado por culpa de un exmilitar que no tuvo otra cosa mejor que hacer que subirse al escenario y liarse a tiros. Además de Darrell, murieron otras tres personas, entre ellas un espectador que trató de reanimar a Darrell.