Dos días después de que le intentaran asesinar, el 5 de diciembre de 1976, Bob Marley, convencido de que la música podía cambiar el mundo, se subió a un escenario y dejó de ser humano para convertirse en leyenda.

Corrían los años 70 y Jamaica vivía sumida en la pobreza y la desigualdad. La Guerra Fría dio paso a una guerra entre la izquierda socialista, en el Gobierno, y la derecha capitalista, en la oposición, mientras bandas rivales defensoras de una y de otra aterrorizaban a los jamaicanos.

Entonces, el Gobierno organizó un concierto por la paz e invitó a Bob Marley, rastafari y apolítico confeso, confiando en que su figura uniese a los jamaicanos. El 3 de diciembre de 1976, siete personas acudieron a su casa para asesinarle a él, a su mujer y a todos los que estaban allí. Sin mediar palabra, les dispararon a todos: él recibió un disparo en el pecho y su mujer, en la cabeza. Todos sobrevivieron.

Temiendo un segundo atentado más certero, el artista se mudó a Londres y su casa fue el mundo durante los siguientes cinco años, hasta que falleció de cáncer en 1981.Un melanoma lentiginoso acral que le apareció debajo de una uña del pie y acachó a una lesión jugando al fútbol. No se trató. Tenía 36 años cuando falleció.

Ahora, después de un casting por todo el mundo para encontrar al actor ideal, este viernes se estrena el que pretende ser un taquillazo mundial en la estela de las películas de Freddie Mercury y de Elton John y que lleva por título 'Bob Marley: One Love'. Y es que una vida así ya tardaba el cine en llevarla a la gran pantalla.